martes, 23 de diciembre de 2008

La estrella del sur

Ante la llegada de un misterio
el cielo se vuelve azul
y los orígenes desaparecen
en un manto de azahar
que envuelve al mas nimio,
al más sincero de todos:
se imagina una luz lateral
que haga daño, y olvida
lo que todos los días circula...;

pero, a partir de aquí,
nada sucede
y el aliento vuelve a ser blanco, húmedo,
agradablemente inútil,
porque la vida continúa sin explicarse
y nadie quiere acompañar
sin un papel que diga por qué aquí permanezco,
sin apenas desparpajo para contradecirte...

Estampa navideña de un vagamundo

No se puede hablar para quien te oye
ni oír para quien todo lo habla;
es el fin del arte superfluo, lloriqueoso,
amoroso...

Si día a día alegras mis días
por qué no eres optimista, iconoclasta...dulce.

No se puede escuchar lo que no deseas
imaginarte dolor en la música
o alzar la torre más alta que jamás
hayas intuido: siempre es agradable
alejarse sin ruido, sin consonancias...
sin comidas de mediodía, sin grandes cenas.

Es un deseo desesperante
con una enorme comprensión que no te deja impasible.

Son muchos instantes abogando por lo correcto,
lo que los demás desearían hacer
y es menester que vayas descubriendo esa sensibilidad
que te arroja a la desidia, a la bebida con fatal término.

Pero... nuevamente “el brasero de los pobres” asoma,
gente jadeando con brillantes trajes y olisqueando
las nalgas ajustadas por la cubierta y añoras
la imagen de la pulcritud, de la memoria hecha jirones
de noches, de huríes que ahora son señoritas.

Los comedores continúan repletos de tenedores
que escurren grasa por su parte más débil
y alguna sonrisa forzada en esta nueva manera
de vivir que poco a poco más se aleja de nuestro horizonte.


El resto sería vivir...
mientras la cotidianeidad te fuerza a respirar,
a representar lo más rentable, lo menos ridículo
lo que hizo de ti un nombre y, ahora, se va difuminando
“como lágrimas que desaparecerán con la lluvia”.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

El antro

En la tenue oscuridad de aquel antro,
dentro de esa obligada luz vespertina
que nos condujo a tal lugar,
pensamos en el frío de la juventud,
en el humo que, desconsideradamente,
en repetidas volutas seguía ignorando
esos atardeceres fugaces de los versos de Cavafis.

Creímos que lo clásico no era lo nuestro,
que la mesura, que el sueño de faldas
hechas de seda y bellas mujeres, se escapaban
por conocidos laberintos que se hacían extraños.

No hubo más que silencio en ese instante,
verdadera pasión por lo propio,
cierto atrevimiento de ser fuertes
y una sarcástica sonrisa dirigida al camarero,
que miraba con algún rencor a la luz de luna.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La triste soledad de la montaña

Desde los majestuosos montes del oriente
la bruma iba bajando lentamente, sin resuello;
despejada claridad, brillante nieve ,
la que no dejaba circular, mirada ausente,
a las grises aldeas que se hundían sin remedio
en la blanca polvareda del sendero.

Al acercarnos, un perro fatuo olisqueaba
en los tersos zurrones del camino,
viejas bolsas henchidas de nostalgia
despejaron la duda al can curioso.

Pudimos, finalmente, aproximarnos al calor
de la lumbre, al basto cielo de cabañas
anexas al camino, donde ancianas desdentadas
musitaban antiguas canciones de otros años.

El calor del hogar, triste destino, nos tradujo
el enigma del paisaje.
Soledad, vano viaje, certero acierto
que introdujo en nosotros un rumor acre,
la sempiterna pregunta en el destino.

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Serán los viejos hombres..

¿Serán los viejos hombres los que nieguen los libros,
las verdades impresas?
¿ Los que , con mirada hacia al norte,
dejen lágrimas blancas ahuyentando el sonido?

No habrá ni más ventura, ni historias
despojadas de asuntos verdaderos,
juntando nuevas letras en vez de los dos ceros
que anuncien el binomio de, apenas , ciertas glorias.

Quizá algún dibujo decore nuestro texto,
inserte en la pantalla algún refrán muy cierto
o deje libremente huir al corrector
que espera allí sentado algún pobre lector.

lunes, 17 de noviembre de 2008

LOS ENEMIGOS

Aquellos que superan el arte de lo neutro,
no dicen nada, esperan admirables críticos
que acompañen su osadía incomprensible,
detestan el ritmo cierto de la vida.

En verdad, no dejan de imaginar...
la imagen sigue siendo un sueño de lo cierto,
forma invariable de los muertos risueños
que dejan un abismo en el espíritu.

Inaudita verdad que se revierte
en las cándidas almas de los bares,
insufrible vida de los mismos
que esperan tu final, tu nota grave.

LA EXPLICACIÓN DE LA POESÍA



Después de sondear antiguos pasos, lejanas tierras,
un vado inútil explicó la ausencia de las aguas,
convirtieron en ajena la torpe realidad.

Dijeron que creer era de moros, de gente insensible
al toque sordo, de antiguas voces del muecín;
los verdes prados, las sombras llenas, insensibles
ante la vieja historia del ayer que me preguntan.

También,nos dejaron buscar las dulces yerbas antiguos vecinos
escondidos en las insondables razones de las piedras:
un pequeño ripio que abarca la historia del mar,
los risueños atardeceres de la infancia.

¡Una triste razón para explicar!

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA MUERTE DE IVÁN ILICH de LEON TOLSTÓI

A lo largo de la literatura el manoseado tema de la muerte ha sido tratado desde diversas perspectivas. Desde las antiguas Danzas de la muerte, en las que no dejaba de haber cierta sorna en el tratamiento de la misma (quizá el propio miedo obligaba a ese tratamiento), pasando por la poesía de Quevedo hasta la presencia continua de la misma en Hamlet. No trata esta reseña de mostrar al que la escribe como erudito- no lo soy en verdad- sino de la presencia especial que el tema mencionado tiene en un apólogo o cuento llamado “ La muerte de Iván Ilich”.

Es este Iván un funcionario de la administración de Justicia rusa (concretamente en San Petersburgo, bien que se desplaza de ciudad en ciudad), el cual desarrolla su carrera con la más tremenda ambición, para conseguir el puesto más alto dentro de la misma. Su obstinación por el ascenso es tal, que llega a enfrentarse con su queridísima esposa, Praskovia Fiodorovna. Prometiéndoselas felices con sus continuos ascensos, no llenos de dificultades, Iván cae de un banquillo y se golpea el costado; este pequeño accidente le irá provocando un continuo malestar que lo conducirá a la muerte Pero, no. No estoy destrozando y descubriendo el cuento, puesto que desde el principio ya conocemos este dato, pues está relatado- excepto el primer capítulo- con la técnica del flash-back.

Lo que interesa y, para mí es lo más importante de la obra, es la extrema crudeza, la faceta más pesimista y el realismo con los que trata el tema y a sus personajes. Tolstói no siente compasión (aparentemente) por nadie, pero detrás se esconde una profunda convicción cristiana de la perdurabilidad en el más allá. Tolstói no duda en mostrar los estragos que la muerte va causando en el enfermo, tanto físicos como psicológicos. Nuestro Iván se irá convirtiendo en un ser cruel, pero valiente; en una persona luchadora y, a la vez, cobarde. En un amante dulce, enfrentado a ese ser que lleva dentro y que muestra por momentos el despecho más grande hacia su esposa e hijos.

Es un auténtico relato en el que el dolor es el eje del mismo. Parece no muy recomendable esta lectura, aunque creo que con ella creemos descubrir que el dolor es tan natural como un golpe de aliento o un beso de enamorado.

Detrás de la lectura se encierra, asimismo, una crítica velada a los funcionarios burgueses rusos, siempre pensando en medrar y obtener los máximos beneficios materiales, sin tener en cuenta otros valores. Quizá por ello se merezca esa muerte lenta y atroz.
0 ¿quizá, no?

Los continuos cambios de carácter del principal personaje, nos conducen a hacernos la pregunta última, con marcado matiz retórico: ¿Es capaz la muerte de tanto?

Dispónganse a leerlo.

lunes, 20 de octubre de 2008

El casamiento de las sirenas

Después de aparecer sirenas en la borda ,
detrás de la tormenta inesperada,
surgieron borbotones de alimañas,
verdaderos temores de lo ausente;

inimaginables globos, de esencias infantiles,
terminaron ajustándose a la esencia de lo neutro,
al pequeño término del ocaso.

Y así, anduvieron con pasos infantiles
soñando con el soplo de la nada,
vertiendo sus imágenes en breves instantes de la vida
que, simplemente, arrastraba a las almas caídas
en oscuros abismos del paisaje.

Fueron fieles a sí mismas,
despertaron al borde de la ola,
no dijeron más que el sacrificio
de verdes hombres, de inconmensurables bodas.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Imágenes del Patio de los Naranjos

Regreso a casa en las tardes azules de la ciudad

y no me da miedo

de ser un animal social arrastrado

a los albañales del pueblo.



Atravesé los puentes, descubrí calles inimaginables en el intento,

viajé al viejo zoco

donde los judíos son inoportunos

y los turistas son cámaras.



Cerca de estos viejos viví

como en las deseadas calles Polonia

severos amores de una bella mujer

animando al juego de lo inaprensible.



Le comenté qué más cerca de lo nuestro

inventaban historias de niñas enamoradas

que habían dejado su piel en el intento

y que viejos mercaderes quisieron vender

sus sedas de esparto a los turistas

LA NUEVA CUISINE

La espuma de la cocina es la del fregadero;
la soplada con nuevas técnicas
debe ser exquisita al borde de una mesa
de incompetentes.

Pretendemos hablar del sustento,
antigua palabra e imagen para definir
viejas calas recuperadas en la guía michelín.

El pecho de una mujer no ha sido nunca de aire,
tampoco la salvación del promiscuo;
los dos intentaron no pecar ante esa idea
que,con la edad, se desvanece en la desidia.

Quizá deberíamos hablar solo del arroz
de los miserables,
dejar descansar nuestras largas ancas
allá donde la Costa Brava es ínclita, superficial...
admirablemente inútil.

jueves, 25 de septiembre de 2008

A mi mujer

Ingrid, en este verano, ya hemos dejado de visitar

el pequeño vergel de la osadía;

mi pequeña Ingrid, sabes del humo de la sal,

del pequeño animal que se deja sentir

admirando los huecos de la memoria de todos.

Mi dulce Ingrid, no ha sido tan importante

no viajar más allá de la memoria, sí ignorar

las lunas vacías de contenido,

viendo pedalear almas alocadamente.

Ingrid, tú sabes de autopistas y de amor,

de insignes , desconociendo esa raya

del cariño que, más tarde, es un número.

Mi dulcísima Ingrid, sabes de los hombres que somos,

de la estupidez humana que se desparrrama a veces,

del admirable hecho de ser mujer.

Mi dulcísima Ingrid...

miércoles, 17 de septiembre de 2008

No desprecio a los ingenieros

No desprecio a los ingenieros informáticos

por su ínclito saber de la fibra óptica,

sino por sus camisetas de colorines

y sus zapatos planos, que me recuerdan

a los antiguos húngaros del metal.


No desprecio a los políticos

porque continúan informatizados,

los aprecio por su textura,

su íntimo pelo liso sujetado " de forma natural".


A veces, junto a la más mísera ribera

de un río, escupo a un cielo inaprensible,

recuerdo los vagos momentos de la niñez

que se escapan a las vagas nubes de algodón.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Pequeños consejeros

Los especialistas somos pequeños consejeros
del amor de los demás,
de la frialdad del ajeno
que observa en la retaguardia el sinfín
de las noches que hemos vivido inexorablemente.

Los versos no han de alargarse más allá
del versículo que impide el ritmo; sí, la verdad
de arrostrar imágenes de ese destino severo
que oculta el movimiento de las ocas

domingo, 24 de agosto de 2008

Erotismo frustado

El crepúsculo cuando se hace noche
invierte la luz, inserta en las almas
deseos ajenos,busca bellas damas
que arranquen de su pecho un reproche;

inventa una osadía de ánimos infundidos
una espera que deshaga lo luminoso,
un deseo de acabar hechos nunca oídos
en los inabarcables besos de los atrevidos.

Buscar lo erótico es deseo ajeno,
desearlo convierte esa luz tibia
en imágenes que reflejan apenas

la rotura de un hueso, el sabor del heno
acompañando al amigo, con desidia
dejar al lado añoranzas, antiguas penas.

Sevilla- Cádiz

Si en los viejos peajes de Las Cabezas de
San Juan,
y después de Jerez
hubiéramos vislumbrado el mar:
nadie pagaría peaje.

Sentiría el efluvio de la humedad,
el ligero frescor del viento marino.

Se podría haber visto a los grandes barcos
a las iguanas viajar por entre las rocas de Sancti Ibañez.

Hubiéramos soñado en bebés
que podían deshacer su piel
frente al sol que no distingue edades.

Turismo de calidad

En el umbral del verano las calas de Menorca
en ese ambiente sutil de los impasibles
empieza a oler como los días cotidianos.

Viejos barcos excelentes de vela
de deslumbradoras ideas navegan casi solos
los rayos del último sol los cargaron de energía

Antes que el coma etílico
con el consabido piloto automático
los lleven al pairo en aguas tranquilas

un experto piloto hace girar a barlovento
las velas que no existen, la máquina aguanta
y antiguos y viles amigos avisan del desvío del rumbo.

jueves, 21 de agosto de 2008

A la entrada del cine parecía que amanecía:
era un cine lleno de cisnes, gaviotas
de una playa que se escondía
detrás de los edificios colaterales.

Batman, el señor de negro,reía
como un Joker cambiando de identidad;
Ghotam seguía siendo los mismos edificios
grises, que se deshacían con el vapor.


El jefe inspector de policía sonreía
ante el millón de dólares ganados con esfuerzo.

El" señor de negro" imaginaba cabriolas circenses
y, entretanto, disfrutábamos de un ocaso interminable
amanecible por defecto, imposible de alcanzar
allá tierra adentro, en el mundo de los pasos imposibles...

jueves, 14 de agosto de 2008

Carreras

En el justo instante en el que el carguero
surcaba la línea del horizonte de Doñana,
caballos de dueños ágiles
ignoraban las apuestas de los chiquillos,
inutilizaban la tarde...

Luego, llegaba el fin del verano, en Bonanza,
y gente rugosa ,
sin el artificio del circo
volteaba al oso que hacía aspavientos
cuando comenzaba el runrún de los barcos.

lunes, 11 de agosto de 2008

EL VIEJO ESPIGÓN (Sanlúcar de Barrameda)

Durante dos horas estuve en el viejo espigón
observando a un marinero rugoso
disparando su flecha al mar.

Había veces en que aparecían sirenas mayores,
otras veces, antiguos peces,con ojos retorcidos,
suspiraban clemencia:
casi todos ellos eran jóvenes
que se servían de los despojos del mar...

El viejo tomó su camino de regreso
con su cara enrojecida y su pulpera,
haciendo aspavientos al infierno,
invocando a los dulces vientos de poniente,
imaginándose un mundo sin vientos contrarios,

a un solidario Neptuno, también viejo,
que le haga recordar sus pasos de la infancia
el odio y el amor que las olas olvidaron.

viernes, 8 de agosto de 2008


Ya sabemos que arrastrar los pies en la arena
deshace los callos y las durezas del alma
hasta que te encuentras a un viejo sucio
sin candil
vendiendo gaseosas y ánimo a los vecinos
del bloque.
Evidentemente sostienes la sobriedad
de una playa familiar
que, por la mañana, soporta el grito
de ese viajero que no acabó la noche
y que pronto marchará a su lugar.
A veces, luminosas señoritas me hacen
sentir miedo de la envidia de mí mismo
del hortera de este año
Y con los ojos inabarcables y rojos
recorro el mismo paseo marítimo
que me ha hecho soñar
con las mismas noches de la infancia.

jueves, 31 de julio de 2008

Otra vez lo mismo

Cuando dicen que no entienden la poesía,
yo los entiendo...
Que las imágenes son difíciles, que los giros
indican palabras indefinibles: es verdad.

Pero si me ves un día circular por el aire
no me llames loco de atar,
si a ti te observo, no lo llames crítica;
pan que suplica lo inexpresable.

viernes, 25 de julio de 2008

La crisis del arquitecto ( 2008)

Creo que estoy enfermo de la vida
de las cosas ajenas que deseo.

Ese ritmo no me suena en soledad
ni susurra aún el suspiro del más allá.

Las nuevas jerarquías del ingente diseño
muestran casas invendibles con su luz y su aroma
con espejos que reflejan a la entrada tu cara,
tu espalda más prolija al huir del hogar.

Mejor es alejarse en esos grandes coches
mostrarlos, jactancioso ,en el centro del bar
soñar en viejos edificios que intentan derrumbar.


Mostramos prepotencia en vagas ocasiones
hacemos nuestra nave, de pronto, reflotar.
Un feble viento incierto despierta la nostalgia
el ansia de la vida, la música del mar.

A Lope de Vega

Si Marta de Nevares hubiera alumbrado
tus ojos, la dulce sonrisa de ella, enajenada,
hubiera impedido los dolores de lo acordado
el olor de la música a la interperie; nada

habría representado ajeno a lo imaginado;
el sabor de las imágenes sería una mañana
devanada por los círculos, rima imperfecta
que pretende admitir casi todo lo inacabado.

Mujer, demuestra tu dulce ímpetu sola
arrastra tu dolor con viento ajeno
imagina los dulces sin el engañoso futuro

descubre en ese viejo amor -por inseguro-
el lívido revolcón, al triste heno,
a su sotana,al temor de la antigua ola.

viernes, 18 de julio de 2008

Signos de puntuación


Lo mejor de nuestra nueva poesia
las incorreciones de la tecnica
en azul no es amor en verde desaliento
el rojo siempre ha significado peligro
para los animales de un solo cuello

Los espacios libres de las antiguas maquinas
de escribir algo reparable
deseable por lo incierto para todos

Los puntos finales esperan una invitacion
de los suspensivos

Los de aparte
los excluidos del sistema

No me imagino a los corchetes a los parentesis
desdibujando una idea ortodoxa
llevandose el odio al otro lado
donde los guiones largos desean otro parentesis

Al final nos queda un asterisco
con el que avisar de la muerte
del amigo

La arroba para los cerdos
para identificar un camino en internet

Cuando terminas quieres corregir
nadie impide tu deseo de perfeccion
pero una pequeña coma alucina
a las espaldas de lo que escribes

martes, 15 de julio de 2008

UN PASEO PERSONAL POR LA NOVELA ESPAÑOLA ( Parte I)

La sugerente novella de los renacentistas abrió una luz al sexo femenino. Dejó al Gran Duque D’Orsini (el amante de las muy jóvenes mujeres) darle dos besos a los eclesiásticos que repartían hostias a diestro y siniestro, avanzando en una época que nos roza y la obviamos ¿Imaginas a dioses y héroes de la infancia abriendo el camino a las naves que desembocan en el presidio de Cervantes?

Aquellas novelas que infundían valor a Tartarín de Tarascón con su dama y su dragón siempre fueron atrevidas, divertidas a los nobles de la época. Las de amor eran sólo cartas de amor que insistían en la lívido de Diego de San Pedro. Algunas veces me acuerdo de Platero, que, por cierto, se aleja más de la marisma para no hacer de una pasión una historia.

De las de Caballerías ya he hablado. Las Bizantinas dejaban a los héroes vagar por anchos mares buscando el mismo fin: el amor de los desacompasados. ¿Acaso no es importante un bizco en la picaresca? Siempre se ha pensado en el ciego, un ser inexistente por su propia idea: la de ser ciego en un mundo miserable que espera algo más de los que no lo son. Por ahí va desapareciendo la novela. Empieza a sentirse un cierto resquemor de relato corto que te aleja de los clásicos.

Siempre me han importado las mujeres. Las vi en las antiguas Serranillas con bigote y cierta altura de feministas de ahora. El Guzmán es un afrodisíaco; El diablo cojuelo un voyeur avant la lettre Las respeté- ellas a mí no- pensando que podría construirse la nueva novela, pero el “Vaporcillo del Puerto” ondeaba por ese incierto mar de velas y no atendía a la proa ni a la popa.

De mi amigo Cervantes- el gran creador de la novela moderna, sin nombrar la suya- sólo una pequeña batalla con la gitanilla, con un gran viejo cornudo deshaciendo los hilos de la historia, con una batalla en la que no hay ganadores ni perdedores (la nueva imagen del Vial Norte) y dos pequeños pilluelos traspasando Sierra Morena para desembocar en la desidia de la gran urbe sevillana. Ya sé que hay muchas otras cosas más.

No pensaba saltarme las novelas del dieciocho; pero no existen más allá de las reformas de las cuales hoy todos nos sentimos reforzados. Sólo Aranjuez.

Bueno, volvamos a la historia de las novelas siguientes. Hubo un señor que en su “Teatro crítico y Universal” (lo llamó teatro para olvidar la historia de Clarín), que hablaba de esa mujer la cual deseaba el amor de la Medicina (no la confundo con Madame Bovary), mientras las calles de Vetusta se surtían de papeles y hermosas lumbres del atardecer. Pero Galdós- ese al que llamaban “Benito el Garbancero”- no perdona. Creó un pequeño pillo (Gabriel de Araceli) que no se atrevió a luchar con los franceses porque eran pocos. Fernando Calpena era un señor de los de antes que imaginaba a las señoras en top lees en la Playa de La Victoria con refajo decimonónico. Algunas veces en las pequeñas playas de Sancti Petri- el auténtico.- me parece navegar en la gran nave Victoria (la que nunca existió para alegría de los ignorantes) y odiar a Nelson y dejar al gran Faro de Trafalgar iluminar el cielo. Los restantes héroes de Galdós son simples imágenes.

¿Y adónde salto yo ahora?

A Belarmino y Apolonio, un liberal que se convirtió en un conservador como los directores de instituto de ahora.

La novela modernista ¿Qué es? Las cerezas del cementerio. Título que me hace recordar al Chéjov en las costas del Gabriel Miró de El Obispo Leproso. Siempre ha sido un timo que ha hecho que me aleje de las novelas extranjeras.

La tremenda guerra- no la primera, ni la segunda- nos dejó aquí abandonados con las ratas de Delibes (antes las de Pedro en Tiempo de silencio). ¡Qué desastroso título!
Max Aub nunca supo decir nada. Se exilió.

La familia de Pascual Duarte (anterior a las anteriores) fue el fruto de un censor desacompasado que escribió sobre la sociedad madrileña (La colmena) de entreguerras pidiendo tabaco a los pobres. Allí murieron sus ganas de Pabellón de reposo. Su Viaje a la Alcarria buscaba miel y desamor en los labriegos.

jueves, 10 de julio de 2008

LOS CALLEJONES DE LA FACULTAD

( Dedicado a mi gran compañero Miguel Calvillo)


Frente a los frontones de Florencia
faunos asomaban bocas sugerentes
que te hacían olvidar las calles de Córdoba
inimaginables.

El ánimo de los tristes nos acercaba a DISCO TRES
viendo a los dolchegabana de su tiempo
tipos de labios ardientes y féminas de dulces zapatos
que despedían a los mismos tristes a la acera.


Subir adonde los ciclistas
no había pedal que soportara el dolor


Bajamos a los llanos fértiles del aeropuerto
y no había nada, una imagen, una desidia del respeto
a los muertos que aún no habían nacido del alma
de los muertos que vivían en lo acádemico.


Y así nos hicimos licenciados del ayer
aquellos que abandonarían
al más mínimo indicio de soberbia


Nos volvimos imágenes de lo cierto
de las más tremenda mansedumbre

EN LAS ESPALDAS DE LOS EDIFICIOS DE NUEVA YORK

En las espaldas de los grandes edificios de Nueva York
aparecen negros
con joyas nunca imaginadas,
vomitan letras con ritmo de blues.

En las espaldas de los altos edificios de Nueva York
se asientan los temores de la Gran Ciudad
los temores de los dulces vagabundos del Parque Grande.

Parecen que vigilan grandes cascos de platino
las mismas pisadas de caballos
dóciles índices de la imaginación.

lunes, 7 de julio de 2008

EN LA MAR

Ahora se podría triunfar frente al mar ,
la gente alejándose del invierno
ocupa una línea dulce en la memoria.

Las dunas son cobijo
de débiles almas que no supieron despertar
del amor a tiempo.

A veces, la vida conduce demasiado lejos
atasca ideas que reverberan junto al sol
dejando un ligero sabor a algas

y así el verano aparece inesperadamente
olvida las grandes autopistas
y te encierra en la cabaña
donde los cubiertos son alimañas

Viejos amigos que navegaron en la infancia
aparecen como despiertas sombras
alimentando una parte de la locura.

lunes, 30 de junio de 2008

EL PALMAR

Mientras los barbudos pasean por la playa
la luz del atardecer muestra su dulce osadía
y viaja con maletas enemigas de fuerte pudor
mirando de reojo falos inútiles para el amor.

El mar se suaviza,
espejea frente a los últimos ojos
que lo miran,
deshace fuertes poesías
de viejas casas que acompañan
a la estrecha y pequeña carretera,
emite gemidos de vaca
que la antigua vecindad oye
apenas

Alemanes circulan callados en volsvaguens
de viejas ventanas, sólo oyen el rumor
del mar,
que con acantilados de Conil
asemejan a un fantasma de verano

viernes, 13 de junio de 2008

PAPA EN EL HORIZONTE

No se puede manchar de lo desconocido
la imagen, que corría en las madrugadas
sin fin, sin querer alejarse de la ciudad,
y , a la vez, amando casi el fin de las cosas.

Ajeno a la deidad y a la desidia del amor
caminaba impasible hacia el horizonte
imaginaba descifrar enigmas sin respuesta
que, inocentemente, dejaran llegar a fin de mes.

Aún lo veo caminar por encima de las pajas
de una era que no era suya,
brillar entre un duro eucaliptus
que llamaba a todas las ausencias.

Circulará entre un arroyo brillante,
no por la laguna Estigia que hace eternos
a los héroes de pacotilla, no sublimes.
Sublime su silencio, su etiqueta de ser humano.

martes, 10 de junio de 2008

LA VEJEZ

En aquella ocasión vimos a la escuadra de aviones
surcar los cielos.
Nos dejaron de interesar las curiosidades
amañadas por adolescentes; las odiábamos
como a quien le roban el corazón.

Eran amarillos los recuerdos,
de un amarillo verde ocre sutil
que te sorprenden en callejas sin salida
sin agonía.

Pero, a lo lejos, comenzaban a sugerirnos
alientos de campeón, nuevos verdes ocres
que eran la imagen de lo más lejano.

Parecía imposible retirar las armas
ante un enemigo impasible;
olíamos de la ribera el frescor
que nos conducía al más allá,
al lugar de los muertos con memoria.

NINGUNO


No pretendas crear lo que no puedes
imáginate en el tiempo más cercano,
no busques la justicia de los versos
anoréxicos del mundo y de la vida.

Añora el cruel destino de los bárbaros
que entorpecen el odio del ajeno;
deja vivir tu aliento, el más frío
de los suelos, el sentimiento breve.

La nota humana hará de ti un imposible
aspecto de lo rico, de lo vano
que, a tiempos, nos revuelve las entrañas.

Nos hace descubrir a un dios inútil
un adiós de música de cámara
en una línea apenas decadente

viernes, 23 de mayo de 2008

EN LOS ALPES

viernes 23 de mayo de 2008


Aquella vez en los Alpes
cuando el sol bajaba entre las morrenas
haciendo arcos de iris lamentábamos la ausencia
el desapego a nuestra tierra más llana
olvidamos el azul transparente de idioteces y amor
o quizá el amor que también se desparrama
sin quererlo

Un lugareño dócil lógicamente innato
avisaba del peligro de las pendientes
de los turistas que miraban con gafas rojas
del desapego de los restaurantes

Y así fue como no nos inclinamos por las pendientes
lamentamos la pérdida de la tarde
que llegaba de forma brusca languidecida
con latines pagados con la ignorancia del paisaje

Al volver la vista atrás nos dijimos
de la esencia de lo breve que se asemeja a los otros
nos deslizamos en el aire de esa tarde
que iba ocupando los sillones de mimbre

Manteniendo el cuerpo de luces blancas
también olvidamos el compás de almas perdidas
el sabor de lo más cercano
La línea curva la divisabámos allá abajo sola

viernes, 16 de mayo de 2008

¡ VIVA SAN ISIDRO!

Cuando con cuatro patas vimos el horizonte,
pensamos en un centauro mitológico
que lloraba por sus ninfas perdidas.

Equus me sonaban...
Los golpes de campana eran sonidos cada vez más lejanos
de la carroza.

La ansiedad del pastiche se me vino a la cabeza:
sajones- no ingleses-, revuelos, palmas y un sinfín de olés
dejaron mi alma arrastrada por los caminos.

Entonces, surgieron andanadas de fuerza
que alejaban al enemigo:
y, nuevamente, sin aliento,
comencé a suspirar himnos del más allá,
comencé a llamar a los dioses del otro lado
y tampoco atendieron mi pena.

Sólo quedaron dos puntos suspensivos para amar...
el tercero era una llamada inútil,
porque inútil es la naturaleza.

Fue cuando vi al santo navegar con arado virtual
alejarse con una sonrisa de surco
diciendo a todos una letanía incomprensible
y... llorar por lo que atrás quedaba.

domingo, 11 de mayo de 2008

EL JUEGO DEL ÁNGEL

Es domingo,11 de mayo; son las ocho y treinta. La tarde, esperada azul y llena de olor al azahar de los naranjos próximos a casa, es lluviosa, pálida; ya casi convirtiéndose en macilenta. Acabo de leer las ciento y pico últimas páginas de la novela cuya foto ilustra este artículo. Con ellas he regresado al mundo juvenil que, desgraciadamente, tantos años hace que circuló por mi piel- no así en mi alma. Y he vuelto al mundo juvenil porque Ruiz Zafón así lo ha querido. Podría pensarse que esta novela es la continuación de aquella de gran éxito" La sombra del viento"; y, en cierto sentido, lo es. Pero en ella aparecen más detalles, más sorpresas, más madurez y más dominio de la técnica narrativa, dirigida a los jóvenes. Alguien dirá tras su lectura: ¡ Y no tan jóvenes...!

Hoy, nuestros jóvenes, ante la vista de este ejemplar de casi setecientas páginas, se negarían rotundamente a ,ni siquiera, abrir la primera página. Se equivocarían si así lo hicieran. Deben abrirlas todas, porque en ellas van a encontrarse con la amada de su vida, con los miedos de su vida, con la aventura de su vida, con las tristezas- también- de su vida...

Sería fácil agenciarse una reseña de las muchas que se hayan hecho sobre esta novela y estamparla aquí. ¡No sería lo justo para recomendarla! Para tal fin se necesita su lectura. No quiero descubrir ningún secreto de los que esconde, pero sí apuntar algunos datos que motiven a saborearla. ¿Os gusta el mito de los vampiros, Drácula quizá...? ¿ Os apetece suplantar la personalidad de algún mosquetero o de Edmundo Dantés ( aquel bello y audaz Conde de Montecristo ) de Dumas. ¿ O acaso desearíais cubrirse con la gabardina, un tanto ajada, de cualquier investigador privado o de cualquier policía seguro y atrevido a la manera de Raymond Chandler? ¿ Posiblemente, suspiraríais ante la idea de manejar una buena cantidad de dinero disfrutando de él, sin saber el precio que se os pide? Bueno... no sé.

Sólo tengo la certeza de que os preparéis una buena butaca y tendréis- con toda la seguridad que da una novela apasionante-unas maravillosas horas de disfrute y diversión. Como en los antiguos cines se decía: ¡ Diversión Aseguraaada !


Publicado por José Mª en 11:24 0 comentarios
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miércoles, 23 de abril de 2008

Un día antes de Villena

Intento muchas veces pensar en lo evidente,
si Dante, si Petrarca, Villena o Garcilaso
circundan nuestro rostro de forma permanente
durmiendo a la interperie, sorbiendo mi fracaso.

Si el campo de las musas es algo pasajero, inútil
y alejado, abierto a los caprichos del solo solitario
que a solas imagina el nombre de las cosas, el odio
de los bárbaros, la música del cielo o... todo lo del Arno.

Ya sabes que la huída es algo pasajero
que el verso de los tristes es algo ya acabado
que ,de las letras, la música termina en la penumbra
de un monte inteligente, oscuro, inasequible
a todo desaliento.

Bien crees en la imagen formada de palabras
laberinto o juego de esfuerzos infantiles y almas apagadas...
y así una triste tarde de álamos, Machado se aparece,
defiéndese Quevedo, diviértese el lego sacerdote,
brillando está Darío ( a veces perfumado) y Cavafis fumando
algunos imposibles, su mano va arrastrando.

La sangre del amor-dices- y huyes apagado
al fondo de la noche de árboles frutales, amigo de los muertos
despacho de abogados.
Convencido de por siempre que todo esto es posible
en este mundo ignaro.

martes, 1 de abril de 2008

Esa visible oscuridad

martes 1 de abril de 2008

Las mañanas son siempre un momento de desasosiego para el hombre que vive solo. No es mi caso; sin embargo, en un relato de Raymond Carver he visto a uno así. Es por eso, que me he atrevido a escribirle un poema en su homenaje.¿ Acertado? ¿ Desacertado? Vosotros diréis.

De pie, junto a la ventana,
balanceádome al borde mismo de la tarde,
oscilaba con un baile muy macabro,
contemplando al borde del abismo
que la tierra más se me acercaba.

La caricia de la bestia,
con un vértigo apenas defendido,
subía de los pies a la cabeza
imaginaba de un pueblo un sentimiento
con su faz de piel, más insumiso.

Acariciando suavemente a las pieles delicadas,
las mañanas del suicidio aparecieron.
Un buen güiski, una montaña
arrebujada, siempre a Dante quisieron proclamarlo.
Mas no hubo fin ni una mirada,
un aliento de alguien que fue serio.

jueves, 27 de marzo de 2008


jueves 27 de marzo de 2008

LOS MISERABLES de Victor Hugo

No se me viene a la memoria, en esta tarde desapacible y poco dada a las elucubraciones literarias, quien fue el que dijo que "si quieres ser moderno, retoma a los clásicos"; en verdad, poco importa si es cierto o si la cita es aplicable a todos ellos.De alguna manera habríamos de iniciar nuestro comentario; esta es una más.
Mi intención no es ni realizar una crítica erudita de la obra, ni , por supuesto, desentrañar el alma humana a través del análisis de la misma. Es más sencilla y- quizá por ello- más difícil de lograr: acercar a los jóvenes a su lectura.
Sabemos de la importancia del héroe en la juventud- en la vejez, importa más la mujer, el hombre sólo-, y esta novela los tiene. Por pares: un fortachón ex convicto( Jean Valjean) que se verá perseguido por el clásico policía: un sabueso de a los que difícilmente se le escapa la presa; su sólo nombre ya impone: " Javert". Una pequeña muchacha que, de ser pobre y desamparada, pasará a ser bella y admirada por, evidentemente, el atractivo galán que desafiará al destino por conseguir su amor. Una se llama Cossette- ¡sonoro nombre!; el otro, Marius, latinizado nombre que recuerda más a una marca de refrescos que a este segundo héroe. Como fondo de estas aparentemente sencillas relaciones, se dibuja un París en "llamas"; esto es, un París revolucionario, donde el pueblo, humillado por la política que los reyes de Francia les impone, se levantará en armas construyenddo barricadas aquí y allá para destronar al opresor.
Huídas, amoríos, venganzas, pilluelos, asesinos... son elementos que aparecen una y otra vez en la novela y que engarzan una trama interesante, apasionada y, finalmente, superdivertida.
Habrá quien diga( seguro que "la gente mayor y encopetada" ) que " Los Miserables" es mucho más, que es "la marcha del bien al mal, de lo injusto a lo justo, de lo falso a lo verdadero, de la noche al día, del apetito a la conciencia, de la podredumbre a la vida, de la bestialidad al deber, del infierno al cielo, de la nada a Dios". Y, en efecto, estas últimas palabras son las que emplea en la misma novela su autor, Victor Hugo, para tomar un punto de partida. Pero esto último es cosa de mayores.

domingo, 6 de enero de 2008

Perol Ciencias 2007




Grupo de profesores del IES Francisco de los Ríos, compartiendo un día de amistad, buen vino y buena manduca en La Noria ( Montemayor)