lunes, 9 de noviembre de 2015

Se desvanecen los viejos dioses…
 y nosotros acosamos a las costumbres,
 a las rutinas del  hombre, a la desidia
de  los deseos inusitados,
 a la ausencia de una esperanza incuestionable.

Y así…se despiertan en mí pensamientos nimios,
insignificantes e inútiles
sobre la fugacidad de lo terreno,
sobre la inminencia de la muerte...