miércoles, 29 de abril de 2009

WIKIPEDIA OF LOVE

Orfeo, con los leones, se defendía.
Afrodita esperaba el aliento de uno de ellos.
Creyó en su caramillo lleno de aceitunas
Que obturaban su flauta.
Pero, estaba protegido por los dioses,
Y no hubo imagen, ni ser que se dispusiera
A cerrar su música.
Fue entonces, cuando se enfureció,
Y el tímido de Dionisos preguntó a Zeus.

Ciertamente fue una pregunta sin respuesta,
como merecen los viejos reyes,
las viejas ideas que alumbran a Argos, solo,
con su cola desplegada a los cuatro vientos.

Kraquen era únicamente símbolo
de la impotencia de Neptuno:
ese dios feo ,limpio por el agua sucia.
No había calas caribeñas a las que acudir.

En la inmensidad de esa agua,
Esperó ver la revolución un nuevo dios con barba,
Un simple pez cabezón, oscuro, populista.

Eurídice aún no ha vuelto de los Infiernos.

lunes, 27 de abril de 2009

RES DEFINITIVA

Dicen que siempre la poesía es, de las artes de la escritura, la más lejana . El drama, el más popular; la prosa: la expresión de los vagos.
Alentar a la gente a leer, creo que es lo más difícil . Por ello, en esta basta escritura que se dibuja bajo las sienes de todos los que nos acercamos a descifrar las insignes letras de este nuestro idioma- salvando el árabe literal, que es verdaderamente un arte pictórico- cabe casi todo : incluso las viejas quejas de mamá sorbiendo nuestro se(x)so, para hacernos pragmático lo que nunca fue.
Y así se te presenta un mar de idioteces de las cuales intentas sacar el humus (¿ o es palabra demasiadamente cursi?); un mar de dudas que recorren tu corazón en una noche cualquiera, llena de vino y deseo, y sólo intentas explicar ese momento . Nada más.
Pero, existen lugares extrainformáticos que deciden- como antiguamente- incluirnos en una de las secciones, al igual que la selección que, en El Corte Inglés, hacen de las chicas ( y nadie duda de que sean las más bellas, las que más inducen al deseo de los torpes) ,sabiendo que no son las bellas del alma, como decía Dante; ni siquiera las que más cuello asoman en las fiestas populares. Se esconden con sus bronceados amigos en la costa y ahí, nos abandonan.
Cernuda, acertado, desechó por momentos su homosexualidad para escribir en los Colleges- no es leyenda popular- para describir el lirismo de lo hispánico. Los que estudiasteis con profusión a estos autores, lo sabréis. Shakespeare, no tuvo que recurrir a nada de esto; Tolstoi, fue príncipe y sabía lo que iba perder, bien que, a veces, quiso ser un revolucionario “ avant la lettre”. A mi amigo Céline, los que se cobijaron en Suiza, con su cobardía y su desamor (sólo pensaba en sus antiguas putas) lo tacharon de nazi. Y ahí se quedó. Nadie supo jamás expresar la desidia de los franceses ni la mentira de los germanófilos. Ni la verdad escondida detrás del fariseísmo.
Y aquí nos arrastramos al amparo de la generación de este insoportable principio de siglo, de las nuevas generaciones que no piensan nada más en el triunfo de las formas. Por eso, nadie cree a nadie y los vehículos circulan a toda potencia insultando a los peatones, y cuando enseñan los lomos de los libros, se refugian en antiguos portales en los que se dibuja el perfil de su cuerpo: un antiguo portal .
Creen que viven en días de vino y rosas. Y, ciertamente, no saben nada de mi pasión.
Vale.

domingo, 19 de abril de 2009

Taxi driver ( Martin Scorsese)

Taxi driver ( Martin Scorsese)
Recuerdo a la furcia, lo que es evidente,
con medias de seda
de antiguas señoras .

Recuerdo sangre por doquier,
en lugares de dulces besos, insospechados.
Un loco ausente, ejerciendo sus músculos
para hacer daño,

Unas paredes amarillas cubiertas de mugre,
sinfín de ignorancias europeas,
gente sangrando en la noche en viejos edificios:
una barbarie.

Recuerdo un taxi neoyorquino fundiéndose en la noche,
un amanecer con tan triste destino
como los ojos que intentaban- en la ciudad- ver el mar.

miércoles, 15 de abril de 2009

El regreso

Y, otra vez, he vuelto aquí.
A las viejas estampas de La Caleta de Cádiz,
a las idas y vueltas en la calle de La Palma,
donde ,ya, con cierta madurez,
la visión del sol en poniente
se convertía en la cara de mi hijo.
A él dedico este poema.

El aire de levante era molesto a los huesos;
el otro,una frescura que, con el ging-tonic,
parecía un desafuero hacia almas perdidas
en el lumbago del mar, en la forma caprichosa de las olas.

Otra vez he vuelto a sentir la distancia del amor
que se desprecia por momentos
y se ama por casi siempre;
otra vez me veo envuelto en la melancolía
de no saber soportar esta vida marinera
que cada día es más de tierra.

Por eso, he añorado a los grandes barcos
cruzando el Atlántico sin sospechas;
acabando en esos espigones llenos de brea y algas
que miran a las bellas mujeres sin odio, mas
con envidia.

Como, en una tarde de invierno,
intuía que, en ese largo mar, un día casi igual,
algo se me marcharía demasiado lejos,
viendo al sol esconderse sin compasión:
ni siquiera fui capaz de adivinar un futuro tan sencillo.