Esta nueva guerra civil, estos andrajos naturales
nos han hecho recordar de nuevo a la muerte,
y nuestros pasos incomunicados se dispersan
por los campos llenos de osadía y miseria.
Mientras, en los otros, los de los potentados,
los ágapes, los ruidos de antiguas guitarras
flamencas ensordecen los gritos de discordia,
los mensajes inútiles, las voces de los "fácticos".
Y anunciamos esta tarde banderas de podredumbre,
imágenes odiosas, sensibilidad y piel de nutria
para los que soportamos tanta insidia y tristeza
irreemplazable por palabras falsas y huecas.
Son estos seres de la izquierda equivocada
almas condenadas a la incuria, a la desazón
que encuentran fielmente cuando sus mujeres
rubias entorpecen el camino de los hombres.
nos han hecho recordar de nuevo a la muerte,
y nuestros pasos incomunicados se dispersan
por los campos llenos de osadía y miseria.
Mientras, en los otros, los de los potentados,
los ágapes, los ruidos de antiguas guitarras
flamencas ensordecen los gritos de discordia,
los mensajes inútiles, las voces de los "fácticos".
Y anunciamos esta tarde banderas de podredumbre,
imágenes odiosas, sensibilidad y piel de nutria
para los que soportamos tanta insidia y tristeza
irreemplazable por palabras falsas y huecas.
Son estos seres de la izquierda equivocada
almas condenadas a la incuria, a la desazón
que encuentran fielmente cuando sus mujeres
rubias entorpecen el camino de los hombres.