lunes, 26 de julio de 2010

Desde que el dios del amor
nos mira descaradamente de soslayo,
todo se ha cubierto de nebulosa,
de infame imagen despreciada por los dos.

Apolo ha sido poco consecuente esta vez,
nos ha vuelto los ojos en un escorzo
incomprendido.

Mas no falla en su acierto:
las rudezas se han vuelto candoroso avatar,
los rollos de papel, palimpsestos,
y una sonrisa un lujo.

Bien cierto es que Apolo no yerra
donde no existe candor.

Por eso, es el dios de lo breve,
de la esencia de la vida infame,
de los deseos inacabados.

martes, 6 de julio de 2010

M.amá

Hoy he depositado las viejas ropas
junto a la máquina de lavar,
y parece que me he despojado de un mundo antiguo
que ya no es permisible,
ni aún con motivo.

Las vibraciones y el arrojo del sol
eran inequívocos:
tú nos permitías soñar solos,
no nos dejabas abandonar la orilla de la mar,
y, a lo lejos, nos advertías del peligro de las olas,
que ,como cadenas de espuma,se mostraban ingenuas.

Y, a veces, en la noche, terminábamos ahítos
de arena,
inmejorables amigos de la noche;
despistados, acariciábamos las esquinas
señalándolas para siempre.

Con tan poco asunto,
retornábamos a un lugar insospechado:
nuestra casa.

Y allí hacíamos juegos de amor infantiles,
nos reíamos del gato-al que creíamos idiota-,
nos dejábamos caer en vuelo firme
hacía un suelo,
todo lleno él de cuadrados blancos y negros
que nada tenían que ver con el juego de los inteligentes.

¡Qué maravillosa ingenuidad!