viernes, 19 de febrero de 2010

Este invierno que parece no tener fin

Comienza a hacer frío otra vez
y nos escondemos en el más allá;
por primera vez, vemos los brotes
arrastrándose por el suelo,
y pensamos en el bien ajeno.

Es inaudible el paisaje, inaudible
es el sonido del agua; de los instintos,
no nos queda nada más que el arrojo.

E intentamos por última vez alcanzar la cima,
vemos a la gente cansada de fingir,
inúltimente desembocar en el destino.

Entonces, pensamos en los no-amigos,
y mostramos alegría de huir ya hace tiempo
de la locura.

Procuramos, sin que naufraguen , soñar
junto a los dóciles y admirables bajeles,
aquellos que nos lleven allá lejos,
donde el límite sea sólo una consumación.

jueves, 11 de febrero de 2010

ODA A LOS ENEMIGOS

Confiamos en nuestros enemigos con más frecuencia
de la que deseamos;
la sustancia que transmiten es ignífuga,
imágenes de derrota previa,
si la luna brilla esa noche
o, si acaso, la queja se extiende suavemente.

Si la derrota es manifiesta,
una nube de espadas traidoras
invaden la palestra llena de cal desnutrida;

si los honores se fatigan ante el vencido,
los corazones de los traidores alumbran;
mas, si se apiada al enemigo: noche oscura,
inútil deseo en el triunfo.

Al final, acabamos amándolos en situación
de desventaja,
acamamos sus falsos sonidos en una parrilla
de sonidos también falsos, inocuos...