jueves, 23 de junio de 2011

Un viaje en tren

Cuando veo acercarse al tren que llevará a mis hijos
a lugares insospechados y normales,
comienzo a derramar lágrimas inútiles.

Soy un cateto con corazón, sin fuerza ya,
sin sensaciones...
No se puede percibir lo profundo.

Antiguamente traqueteaban
fuera de la estación,
iluminaban los serios faroles del andén,
ruinosas vías sin sentido
se escondían entre los trozos de hierba seca.

La luz mortecina del vagón-guía no era una ilusión en la noche,
era casi una muerte de nada,
una pequeña fantasía a oscuras
con un tipo serio en la cantina que ofrecía un trapo sucio
y mucho refresco de alma.

Decía: "Refresco el mar, refresco la noche,
saludo a la soledad de la valija,
y aprieto los dientes cuando ebrio
descubro al que se marcha..."

Ahora, todo pasa deprisa como una brizna,
no hay luces, todo son formas redondas en los viajeros
y maletas que se sitúan unas junto a otras,
apenas hay la intimidad de antes.

Y cojos, o fuertemente sujetos a unas alas,
sonreímos entre los cristales binoculares
que reflejan un paisaje que no es de fantasía, es real.

No hay paisajes oscuros en este viaje: era una mentira.
Pero sí mucho molino y un cierto brebaje pagado
por los viajeros que miran al frente de sus caras
y escogen unos pequeños hilos que no son de seda,
mas magnifican el sonido que dentro es ausente.

Últimamente, sueño con trenes recios
que me hacen adivinar
unas grandes alas que desprecian al suelo,
al cielo...

sábado, 11 de junio de 2011

Críticas

jueves 9 de junio de 2011

El último librepensador de los Premios Nobel de Literatura


Cuando, en 1963, publicó Vargas Llosa " La ciudad y los perros" se pensó que podría ser uno de los puntales de una nueva manera de narrar, denominada posteriormente como el "boom iberoamericano". Nada que objetar desde el punto de vista técnico : una nueva forma de narrar, un deseo implacable y subjetivo de anteponer los adjetivos a los números, una frase entrecortada que, con la indignación que ofrecían los hechos narrativos ( inventados por el autor- lógicamente) presuponían una verdad que parecía indiscutible.El argumento es bien lógico para la época de su publicación: gira todo él en torno al rechazo de los sistemas impositivos, dictatoriales y hoy, llamados intencionadamente autoritarios por publicaciones de dudosa valía, aunque no institucional.

La entradilla del artículo no tiene más justificación que enlazarla con otra de las novelas del autor al que con un circumloquio poco original me refiero en el título que encabeza el escrito: " La fiesta del Chivo". Esta es del 2000;digo su publicación, porque su trama es similar- no en el desarrollo de los hechos, pero sí en el tema central que la encuadra- a la anterior. Leónidas Trujillo "invade con su fuerza el espíritu de la República Dominicana". Ejecuta, exilia, viola, maltrata al polen de las flores más primaverales e incluye en su nómina a todo aquel bien- en sentido económico- que soporte sus ya bien cargados bolsillos de franela.

Tiene esta novela pocos logros técnicos desde el punto de vista narrativo. Se sirve de las novelas de Simenon ( recordemos que este autor vive en Paris desde hace tiempo), de Chandler, de la novela política de los años de posguera española, de la trama cinematográfica creada por el Imperio ( bien realizada, por cierto)... para acabar denunciando los horrores de la etapa trujillana de la república mencionada.

Entre ellas,en 1969, aparece " Conversación en la Catedral". Esta es la novela que me ha hecho escribir la crítica que presento. Esta es la novela que me ha hecho reflexionar sobre la capacidad ética de este escritor que se cubre de liberal y antiafascista con los argumentos que presenta en los títulos anteriores.

Vargas Llosa es un encubridor, un falso dialecto de un idioma que es la libertad, de la cual se sirve aparentemente para mostrar su lado más solidario. Son capítulos en los que un lector no avezado puede interpretar que rechaza los regímenes caudillistas, las dictaduras militares, las imposiciones de los plutócratas. Pero, nada más lejos de la realidad. En verdad, les está haciendo el juego que a los poderosos interesa: te muestro la crueldad, la relato como muy rechazable, escupo a la cara de los prepotentes, defiendo a los pobres faltos de libertad dándole pistolas para defenderse, creo personajes chulescos y bárbaros y derroco a las dictaduras que me sirven de base ( Trujillo,Odría...) .


Por supuesto, que nadie espere que haya una manifestación a favor de estos sistemas de gobierno de manera directa. No. Mario Vargas Llosa puede ser fariseo, pero no ingenuo; los ingenuos son quienes dan los grandes premios. A Vargas Llosa hay que leerlo- como a casi todos os escritores sudamericanos- entre líneas. Ahí es dosde esconde el verdadero sentido sus narraciones, ahí es donde deja escapar su auténtico sentido las palabras; donde el lector medio ve una trama policiaca ( La Fiesta del Chivo); una novela cuartelaria ( La ciudad y los perros) y una novela innovadora ( Conversaciones en la Catedral).


Ha sabido, este "facha" cubrir sus intenciones con la técnica, la virtud acaparadora de las palabras y la creación de personajes odiosos para todos. Un auténtico sabio, un muy cierto Premio Nobel.


PD. La palabra "facha" aunque digan lo contrario, aún sigue vigente. No es ningún arcaísmo.



lunes 9 de mayo de 2011

" Utopía de un hombre que está cansado" de Borges

La frase que aparece en esta entrada es el título de un cuento de Jorge Luis Borges, extraído de un una colección llamada EL LIBRO DE ARENA. La elección del mismo se debe básicamente a la proximidad de los comicios que se avecinan en pocos días.
Aunque nuestro blog de escritores pretende ser en casi todo original, no me ha parecido mala idea escribir un breve comentario del mismo e incluir una cita que viene como "anillo al dedo" a estas fechas.

Es, el mencionado cuento, muy breve; de una brevedad casi insultante, diría; incluso,
deliberadamente insultante por parte de su autor, con la idea de mostrarnos con vanidad y orgullo su excelente capacidad de relatar. No voy a descubrir nada nuevo respecto a este último aspecto en la obra de Borges.
Es un cuento en el que se presenta de forma suavemente lírica la presencia de un mundo en el que ya no se cree nada , nihilista; un mundo muy próspero en el que existe la mayor igualdad entre todos los seres que lo habitan. Una supuesta dulzura, confirmaría yo.

No obstante, no me ha hecho entrar en estas páginas de crítica la presentación de ese mundo, sino un aspecto que destaca dentro de ese idílico entorno y que - como mencioné más arriba - me parece oportuno para estas fechas.

En un momento del diálogo entre los dos personajes principales, Eudoro Acevedo (visitante de la casa) y un hombre sin nombre que se expresa en latín ( dueño de la misma) se habla en ese mundo de los gobiernos y se dice:

“ [...]-¿ Qué sucedió con los gobiernos?
- Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso. Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer la censura y nadie en el planeta los acataba. La prensa dejó de publicar sus colaboraciones y sus efigies. Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos; algunos fueron buenos cómicos o buenos curanderos. [...]”

A veces sobran los largos parlamentos. Ya lo dijo Gracián: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.



martes 26 de octubre de 2010

La conjura de los necios ( Jhon Kennedy Toole)

Es verdad que Ignatius J. Reilly es un imbécil. Es un ser de otro mundo que vaga por las calles de una ciudad sureña de la cual nada sabemos ( no os interesa ), excepto
al autor.
Es odioso ante la luz; es realmente contrario ante el placer; ignorante ante la duda;
indeseable ante su madre; "un listo en el trabajo".

Esta novela gira en torno a este sujeto tan admirable, a veces.
Mirna Minkoff es una señorita universitaria irreal.La señorita Trixie, una eficiente señora mayor en el trabajo de los jubilados: El señor González,un gran jefe.Los dueños de Levy Pants,julianes muñoz que aparecen ante los vitrales un poco sucios; ante la realidad de la ruina que es solo aparente..

Policias que se disfrazan como en Carnaval; vecinas que se quejan del ruido de una aguja;dueños de fábricas de salchichas cutres que creen creerse
los jefes de la bolsa en Wall Street. Calles solitarias de siempre; calles que no tienen nombre, a no ser un gran almacén al que vigilan policías inútiles.

La filosofía de Beocio es una respuesta ante tanto desatino; mas Beocio es antiguo, es añejo, es lo contrario a la belleza de las piernas de las jóvenes. Beocio, en definitiva, es un filósofo que sirve de apoyo a los pocos personajes con vida de esta novela.

Nunca se ha de contar el final de un hecho narrado, aunque sea previsible.No seré yo el que cometa tamaño error.

Sólo los negros, los puticlubs hablarán en su tiempo. Es el tiempo de la lectura.

jueves, 2 de junio de 2011

El payaso

Ahora, en este justo momento,
sin cambiar los tiempos ni la idea,
me auguran un futuro
donde no hay nada escrito ni visto.

He admitido la sombra del payaso
que paso a paso ve a mi corazón
en el centro de la pista inquieto.

He tenido que reir con la cara sucia
para los espectadores;
inimaginables rictus bocales de rosa
escondían las ganas de irse de la pista.

El elefante con su trompa,
el viejo hipopótamo,
pusieron de manifiesto mi incuria.

Ese tipo de rojo de la entrada
ha visto mi segunda capa derretirse
y me ha entregado una entrada que sobraba
para hacer feliz a tu corazón.