martes, 10 de enero de 2012

¿Juventud?

Quienes dicen que sueñan con el bien del paisaje

o se sienten muy dulces acogidos en vientre,

no son jóvenes parcos, ni muchachos salvajes

que interpretan al mudo solamente en sus señas

o imaginan a solas varios gestos imberbes

de ballenas enormes que bordean a los barcos.

Son la frente del mal que se ofrece atrevida,

señalando las cruces en los sitios sagrados,

ignorando el designio de los labios más viejos,

o riendo atrevidos ante el signo más obvio.

Ya, provectos, sonreímos ante tanta osadía;

ya bajamos la guardia sin ninguna defensa;

ya sentimos más lejos el lugar del inicio

que asemeja tan pronto a tambores lejanos.

Y una lágrima triste se endurece en el rostro

discurriendo en mejilla cada vez más compacta.