miércoles, 29 de julio de 2015

¿Vamos a morir todos los hombres, impunemente,
a manos de la desidia femenina,
de la factible e incomprensible posibilidad de amar?

Los incautos, los "deflectores" de la desidia
soberbiamente duermen en camas de flexo
antiguo, de viejo movimiento
instruido por féminas excelsas.

Los sabios, mueren de pena inocua,
de insufrible debilidad,
de esa que debilita los trozos de grasa
acumulada por el servilismo de la pareja.

Y los cuatro puntos cardinales dirigen su mirada
a majestuosas catedrales,
a sempiternos argumentos desprovistos de materia:
a no ser la mentira, el odio,
la desfachatez y el olvido.

¿Se debe recuperar, así pues,
el clásico designio de los hombres,
o debemos enfrentarnos de una vez
a una falsa apertura de corazones femeninos?







viernes, 24 de julio de 2015

Coito interruptus

Nadie , ya maduro, desea la velocidad extrema,
ni siquiera en la cama: sería una torpeza.


jueves, 16 de julio de 2015

Esta tarde incomprensible

Está la tarde  incomprensible de cara a  la soberbia,
Me ha hecho frente;
He intentado darle corazón y ha huido
Riéndose de mí, sin conmiseración.
Y en este lugar apartado y lleno de olvidos,
He observado cómo la gente camina
Y deja el eco de sus pisadas sin detalle ,
En el que los hombres se debilitan,
 se apartan de la dirección de lo útil.

No sé cómo lo supe,
Mas los hombres que reparten ese don
Han huido rápida y solemnemente
Y han dejado un rastro de un lugar ya visitado,
Ya acontecido…

Ayer embarqué en un soliloquio de odio
Y volví a la ruta sin pensar en mis viajes
En los que la realidad se hacía fugaz,
Solo intuida por confusión humana,
Sin mapa ni obstáculo que impida
Viajar al estúpido y tópico norte.

Y el círculo se encontró a sí mismo,
 dejó de girar con el viento a favor
y volvió a la ruta de la vida,
en la que ios objetos y las  paredes
son lugares opacos y sin destino.

Y…todos  soñamos esa tarde
Dejando caer una lágrima de olvido….

miércoles, 1 de julio de 2015

UNA NUEVA OLA DE CALOR



¿Y volveré , ya más viejo, a soportar  una nueva ola de calor?
Dicen que se harán más frecuentes y las almas
escucharán su eco en profundos pozos de lava,
mientras que en los rostros que dan cara a esas almas
se podrá adivinar su roja  presencia,
llena de resplandores ardientes de enormes constelaciones.

Simplemente… ¡premoniciones de desastres!
¿O, quizá, antiguos designios de dioses enojados,
 por el exceso de soberbia y mezquindad,
no dejan de arrojar lenguas de fuego que nos intiman
 y, más tarde,  se congelarán ante la auténtica
 sonrisa de los menesterosos?

Algunos ya lo han conseguido,
y andan vagando por desiertos llenos de negras piedras,
verdaderos dientes del infierno,
intentando encontrar la frescura de mares y océanos
que, en la lejanía, son alucinaciones,
espejismos , 
verdaderos reflejos del naufragio.