lunes, 27 de octubre de 2014

La creencia



Aún pienso, aquí sentado, en la verdad de  esas cosas,
si esas viejas toscas piedras que circulan en el orbe, muy rayadas,
desharán humildemente a los  callos imposibles,
y subir...muy lentamente hacia el cuello que las manda.

Reñirán con todo el mundo, preguntando por ahí
las sospechas imposibles de la historia, animando sin deseo
a esos dulces  desengaños,   a esas duras realidades
que descubren nuevamente a lo falso y a lo ajeno.

Ciertamente son preguntas sin destino y sin respuesta,
amalgama de colores en el negro muy lejano
que sospecha del aliento tan inútil de los hombres,
el designio inescrutable de los miedos recreados.

Y antiguos alquimistas sospecharon de lo mismo,
inventaron otra piedra no más dura que mis sesos.
intentando transmitir pensamientos muy lejanos
que dejaran nuestro cuerpo a merced del Universo.