martes, 7 de diciembre de 2010

Puente de la inmaculada de 2010

( Dedicado a mi amigo Paco, que intentaba
viajar a las bellas costas de Cádiz)





Mis vacaciones, en este puente de diciembre,
es augurar sol,
sentir nostalgia de paisajes lejanos,
limitar a las nubes en su furia
y dejar correr a las aguas en su deseo.

El tiempo atormentado por las frustaciones
se muestra a la seis, generoso.
Indica aquello que debe augurar sin razones,
y se hace dócil con la vuelta al penoso trabajo.

¡El tiempo es siempre un límite!

La presencia es una osadía;
la de los jóvenes, la de los viudos,
la de la gente que intuye luces de colores
navideños.

En la puerta de los milagros,
esperaré a que esta lluvia odiosa se aleje;
a que sientas lo mismo que yo,
y que estas nubes tan negras que vislumbro en lo lejano,
sean dulces cúmulos que me hagan soñar

martes, 23 de noviembre de 2010

Marina

Esperando que el velero se marchara,
las pocas bocas que al viento se escuchaban
eran viejas quejas lastimeras,
antiguos deseos incomprendidos
de olas de la mar o la desidia.

La suave luz de aquella tarde mortecina,
señalaba muy serios caminos de destino,
asumía la herencia de la mar,
la severa justicia de los barcos
que otrora seriamente se escondiera
amenazando al marino más intrépido.

Un horizonte muy lampiño no dejaba de mirar
a nuestros ojos,
indicando con aspecto vehemente
el tremendo peligro, la sola excusa
de las almas que, arrojadas,
se internaban en las aguas más profundas.

Desde la ventana, un áspero sopor me consumía
contemplando las aguas tan azules.
Mi visión quizá ya fuera muy inocente,
o quizá ya equívoca en este tiempo.

Suspiré ,aliñando con mis dedos,
a una vieja pipa de marino
que ya soplaba sus más recónditos deseos;
y me quedé volcado en las alturas
como quien vive una vida de aventura.

domingo, 14 de noviembre de 2010

La mirada de los libros

Ahora los libros descansan tranquilamente
en los anaqueles de la casa.
No se imaginan la luna oscura.

Enseñan sus lomos y escupen un título que dice:
" Lo bello y lo triste", " Ultimas tardes con Teresa" o
" Ana Karenina".
Y permanecen impávidos y serios.

Nunca les hago preguntas, pues me ignoran.
mas ellos conocen mi mirada,
que nunca es inquisitiva, y me dejan
acariciarlos,presumirle y , en la noche, despreciarlos.

Entienden que, con la luz del sol,
todo serán letras difusas en estos ojos
de ya vieja mirada,
que sólo saben descifrar el misterio de sus páginas

jueves, 11 de noviembre de 2010

Reflexiones antiguas junto a la fuente del olivo

Ya no se escuchan las mismas voces aquí,
que antes.
Es una lastima que no sea así,
porque no debe ser definitiva la dejadez;
o, como dicen los poetas finos, la desidia.

De cualquier manera el milagro es el mismo:
dos onzas de chocolate,
se convierten en un genio de cola larga;
dos amigos,alguien al que agradecer su prepotencia.

Aún recuerdo una cerveza de litro circulando
de boca en boca, con y sin sida,
con el minarete de la catedral al cielo
y la vieja fuente de no caños dorados
refrescando el ardor de la mariguana.

Hoy son habituales los guiris de calcetines blancos;
para nosotros era igual
porque éramos modernos.

Hoy casi todos escuchamos a Haydn con esfuerzo,
a las de Bach suites de violoncelo,
a Elisa de Beethoven;
y nadie es triste...

Parece que fue ayer. Y es verdad.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una noche después de los difuntos

¿Quién podría trasegar mi alma ahora,
que encuentra, bien hundido, al fabuloso Eneas
y al dios Cupido?

¿Quién podría, tras tres mares tempestuosos,
arrojar al vacío el alma hueca,
la esencia del olvido?

Esa lucha de voz tan a la antigua entre Venus,Eneas
y su Dido,
son engañifas alteradas por la niebla,
inevitables estigmas de los huesos,
leyenda soportada en las estelas.

¿Quién podría incitar al amor intemperante,
lo que ya son caricias apagadas
en ascuas cada vez más aparentes?

Nada es triste, si el amor es desatino,
fuerte redención,más bien... destino.

Y nuestro insigne Don Juan hoy permanece
cubierto por las nalgas de la monja,
escupiendo hacia atrás. Ese es su sino.

jueves, 7 de octubre de 2010

En la penumbra

Pasando por debajo de la bóveda,
extranjeros de tez no blanquecina
comentaban con cierto escepticismo:
"no es inútil el hombre, que ya tenga un amigo".

Con mis pasos más lentos,
meditaba sobre asfalto en sus palabras,
y pensando en la verdad de lo evidente,
muchas caras hicieron preguntarme
en lo cierto de tan cándido aforismo.

No hubo voz que arriesgase ante la duda.
Y mi sombra se apartaba aún más deprisa
para darme certeza en lo innegable.

lunes, 26 de julio de 2010

Desde que el dios del amor
nos mira descaradamente de soslayo,
todo se ha cubierto de nebulosa,
de infame imagen despreciada por los dos.

Apolo ha sido poco consecuente esta vez,
nos ha vuelto los ojos en un escorzo
incomprendido.

Mas no falla en su acierto:
las rudezas se han vuelto candoroso avatar,
los rollos de papel, palimpsestos,
y una sonrisa un lujo.

Bien cierto es que Apolo no yerra
donde no existe candor.

Por eso, es el dios de lo breve,
de la esencia de la vida infame,
de los deseos inacabados.

martes, 6 de julio de 2010

M.amá

Hoy he depositado las viejas ropas
junto a la máquina de lavar,
y parece que me he despojado de un mundo antiguo
que ya no es permisible,
ni aún con motivo.

Las vibraciones y el arrojo del sol
eran inequívocos:
tú nos permitías soñar solos,
no nos dejabas abandonar la orilla de la mar,
y, a lo lejos, nos advertías del peligro de las olas,
que ,como cadenas de espuma,se mostraban ingenuas.

Y, a veces, en la noche, terminábamos ahítos
de arena,
inmejorables amigos de la noche;
despistados, acariciábamos las esquinas
señalándolas para siempre.

Con tan poco asunto,
retornábamos a un lugar insospechado:
nuestra casa.

Y allí hacíamos juegos de amor infantiles,
nos reíamos del gato-al que creíamos idiota-,
nos dejábamos caer en vuelo firme
hacía un suelo,
todo lleno él de cuadrados blancos y negros
que nada tenían que ver con el juego de los inteligentes.

¡Qué maravillosa ingenuidad!

viernes, 21 de mayo de 2010

El andén

Nunca me han gustado las despedidas
junto al tren.

Me han parecido líneas y líneas
de melancolía inútil,
almas débiles que temen su propio destino.

Quizá las paralelas nos hagan- una vez más- inútiles,
o cosmopolitas de la imagen onlineada,
y nos dejen,como bárbaros espectros,
soñar en la dulce verdad del horizonte.

No habría que desanimarse por tan cotidiana situación,
ni animar a las almas volátiles a rechazar
lo incomprendido,
porque la respuesta está aquí:

No véis a los viejos viajeros con capa
depositar su alma junto a la cantina
y dejar pasar el tiempo de las vías,
y cuando notan una pequeña vibración
esconden su cara detrás de la aireada ventana que los acoge;

acaso no los veis insuflar ánimo
al viajero novel,
al que su alma quedó en otro andén,
aL que sufre día día la imagen de lo falso.

Algunos, durante la noche,
pasean sin ningún norte por las viejas papeleras,
escudriñando lo poco que aún pueda quedar,
para luego ser mayor en aquellos escondrijos
que los altos viajeros evitamos.

viernes, 16 de abril de 2010

Una ecuación matemática elevada a la categoría de fórmula

La máscara no era la superficie del rostro,
sino su esencia.

El veneno de las palabras devora al corazón
como el hígado a Prometeo.

Son fórmulas realmente matemáticas
que conducen a la duda de los caracoles nocturnos.

Si elevamos a la séptima potencia la bilis
que administra la función hepática del alma,
recorreríamos flores denominadas algoritmos,
los más simples.

Derivamos derivadas llenas de incógnitas bellas,
despejamos cielos tan inmensos que el signo del infinito
se vuelve infinitesimalmente etéreo.

La solución está en un trozo de cal y añil
cubriendo las antiguas islas del Egeo;
aquellas donde el reaccionario de Pitágoras
soñó con la ausencia de los números.

martes, 13 de abril de 2010

Un ligero cansancio

Me hacen continuos comentarios en el blog
y consumo mi energía en transmitir ideas,
algunas veces opacas, las más veces ordenadas
para las mentes que olvidan tiempos poco amables.

El espíritu de los amables también se cansa,
esconde asimismo verdades que pueden inclinarse
al lado, atrás , al fin o a la noche.

Pero acaba hundiéndose en la miseria de los inteligentes
que opinan;
en los ocupados por su displicencia,
en los ajenos por no haber acudido nunca en la ayuda
de los poco retóricos.

También comprendo a la buena retórica,
justa, impasible, exacta y, a veces, fatal;
porque yo he intentado despedirme muchas veces,
aunque los esfuerzos de amigos y amantes
me abandonaron en parnasos y montes de olimpia
que eran pura reverberación.

Algunas tardes pensaba en la calor del verano,
en los dulces fríos del invierno,
en las poco coloristas tardes de otoño
y en la falsa primavera que se aleja cada vez más rápida.

Y escuchaba silencios mórbidos donde mil sacerdotes
imponían su doctrina,
me impedían arrodillarme para besar tu ventana
y alejarme en silencio...

También he visto a los labradores humillándose hoy,
no los viejos labradores,
sino los que labran a las almas de los seres humanos.
Y los he visto llorar junto al fango de los ricos,
los cuales les decían: aguanta la vieja cruz,
la diligencia de los muertos...

Y en esos entonces se me venía el surrealismo.
Con el color no me impresionaba el impresionismo,
con Marx no se nos acabó la lucha
porque el que dispara la flecha es un flechador,
el que la muerte un mortedor.

Pero, el amor no lo termina nadie.
Ni siquiera aquellos que agotan sus fuerzas en lo nimio.
Alguna vez los he visto esconderse míseramente,
descubriendo a las viejas ocas que los satisfacen.

El final es la paciencia,
el suave avatar de mujeres bellas que nos esperan
en el universo de los árabes ;es decir, las huríes.
¡Ya sé que todos las conocéis!

Se podría hablar de religión y de miserias humanas,
mas es contradictorio;
de cansinas repeticiones sobre el mismo tema;
de eternos deseos de hacer lo que hacemos todos
en silencio...
Sin embargo, prefiero callar los más imposibles deseos
para no hacer daño al numen...al estro... a eso

martes, 30 de marzo de 2010

Don Félix de Montemar

Como una sombra tras un cuerpo femenino,
al igual que un aliento sospechoso,
quise ser fiel con orgullo y displicencia,
imaginé la soberbia del pecado
imbuido por las altos señores eclesiásticos.

Las terribles ideas onanistas
se esparcieron débilmente en las entrañas
al contemplar la barca de Caronte.

Al volver, majestuoso, la noche tan experta
se me enfrentó violentamente , con estrellas,
e imaginé sordos pasos en la acera.

Abandoné ese universo tan secreto,
me dejé naufragar,
fíceme un ovillo inescrutable
al que las añejas ideas aparentes
arrojaron al fondo de la bóveda.

Y una sombra fugaz, quizá fingida,
Me animaba a luchar sin beneficio.
Negué la lucha,
Obvié al destino y, mansamente,
Me arrojé a los brazos de la muerte.

viernes, 19 de marzo de 2010

El mar

Cuando yo sea el señor de la imagen,
indefectiblemente amante de lo ajeno,
dejaré escurrir a las viejas ropas,
el mar quedará lejos;

soberbiamente limpiaré los mares de azul,
despejaré, calafateando, los restos
del navío.

Inúltilmente,
surgirán escritores del amor,
el sabor de la sal será el final amable
de espectros
que rayan con el mar.

Suavizarán nuestras almas
viejos buques
que, en su inutilidad, poco afectarán
a las antiguas almas de lo abisal.

Descubrirán pequeños moluscos
riéndose
de la marea, del albur, de los sones...

viernes, 12 de marzo de 2010

El viejo efecto del alcohol

Ahora son los días más largos
y la noche que brillaba en tus ojos
debería ser más clara.

No caben momentos de oscuridad
en primavera,
ni ropas antiguas y obsoletas.

El sol lo permite todo:
la delgadez, la elegancia, el imperio
de las aves, la imagen opuesta.


O quizá la imagen que se encuentra
con el desatino.

Con la claridad asiste lo vivido,
se niega lo evidente,
se muere lo perdido.

Vuelve a amanecer
y las viejas copas incomprendidas
son ligeramente gratas
a la gente que nos mira.

No dejan de ser los sofás
descanso obligatorio
ante tamaña imagen,

ni el silencio
el mejor de los amigos
que nos quedan...

viernes, 19 de febrero de 2010

Este invierno que parece no tener fin

Comienza a hacer frío otra vez
y nos escondemos en el más allá;
por primera vez, vemos los brotes
arrastrándose por el suelo,
y pensamos en el bien ajeno.

Es inaudible el paisaje, inaudible
es el sonido del agua; de los instintos,
no nos queda nada más que el arrojo.

E intentamos por última vez alcanzar la cima,
vemos a la gente cansada de fingir,
inúltimente desembocar en el destino.

Entonces, pensamos en los no-amigos,
y mostramos alegría de huir ya hace tiempo
de la locura.

Procuramos, sin que naufraguen , soñar
junto a los dóciles y admirables bajeles,
aquellos que nos lleven allá lejos,
donde el límite sea sólo una consumación.

jueves, 11 de febrero de 2010

ODA A LOS ENEMIGOS

Confiamos en nuestros enemigos con más frecuencia
de la que deseamos;
la sustancia que transmiten es ignífuga,
imágenes de derrota previa,
si la luna brilla esa noche
o, si acaso, la queja se extiende suavemente.

Si la derrota es manifiesta,
una nube de espadas traidoras
invaden la palestra llena de cal desnutrida;

si los honores se fatigan ante el vencido,
los corazones de los traidores alumbran;
mas, si se apiada al enemigo: noche oscura,
inútil deseo en el triunfo.

Al final, acabamos amándolos en situación
de desventaja,
acamamos sus falsos sonidos en una parrilla
de sonidos también falsos, inocuos...

miércoles, 27 de enero de 2010

Pequeña singladura ( En Sanlúcar)

Recuerdo que una tarde, en el viejo espigón,
entramos en la mar
a través de las aguas cada vez más rojizas.

En la anchura de abajo,
pensamos, ciertamente, si era aquello la mar;
si aquel frágil esquife,
construido hace tiempo,
sostendría tantas penas en las aguas profundas.

Y allí fuimos nerviosos,
bajo un cielo imposible,
donde sueñan, a veces,los mejores marinos.

Cuando el mar se expandió
y un azul algo brusco descubrió lo lejano,
informamos al guía
del regreso a lo llano, a lo blanco de cal.

Ser endeble requiere, muchas veces, tristeza
o un valor inventado donde existe
el arrojo.

Fui alejando la vista,
lejanía irremediable,
del vaivén de las olas, de los ojos del guía.

Y una especie de miedo recorrió mi piel dura.
¡Qué difícil, entonces, admitir el temor!

No son olas que duermen, ni lejanas bellezas
lo que ocultan las aguas, allá lejos,
sino grandes tritones que asemejan, en el suave crepúsculo,
un adios de imposibles,una cierta añoranza
de la tierra baldía.

Ahora en la madurez

Ahora en la madurez casi nada tiene sentido,
sientes un ligero susurro como un grito,
desgustas una vianda de forma cansina.

Y lo mejor de todo es que es verdad.
La solución es la madurez
en el silencio.


Pero, la madurez tiene un precio;
no hay nada que ya puedas hacer,
ni nada que te dé una oportunidad.

Ciertamente no puedes decir en serio
casi nada.
Tampoco queda nada de ese amor.
No puedes hacer piruetas en el alma,
porque se ha vuelto insensible
ante los deseos.

martes, 26 de enero de 2010

CLARA USÓN : CORAZÓN DE NAPALM" ( Premio Biblioteca Breve 2009)

Consulto ese día las novedades que hemos adquirido en nuestra biblioteca de centro. Veo: "Corazón de napalm". Digo: Qué título más pretencioso, qué imagen más rebuscada ( sí, el corazón explota a veces, como siempre lo hace- desgraciadamente- el napalm- para eso dicen que lo fabrican).

Mi amiga y compañera Juana ( después de pedirle su consejo ), me dice que me interne en sus páginas. Su criterio me es fiable.
Y, ahora, un martes cualquiera de cualquier semana termino de leerla. Fácil es su lectura; digerible su prosa; su trama clásica...

Fede es un chico adolescente, hijo de una pareja atípica ( El Chino y Carmen ) que acabará separándose ( cuestión hoy típica). Es atormentado, desidioso y arrojado. En la nueva casa que comparte con su padre y su madrasta ( El Chino y Natalia) no se encuentra y decide marcharse...Aquí me detengo.

Marta, por su parte, es una chica de clase media, pintora, soñadora y, en el fondo, fuertemente cohibida por una moral católica de la que no logra desprenderse. Juega en su juventud a unos dados que no son otros que la suplantación. Le gusta lo apócrifo, lo falso: unas veces por interés y otras por narcisismo. Su historia es bien compleja...

Y ¿qué sucede? Pues...algo esperable. Las vidas de ambos se entrecruzan, como podrían entrecruzarse las dos almas más opuestas. Y es, a partir de entonces, cuando la trama, el argumento y el asunto de nuestra novela se hace interesante. El relato de sus vidas, vistas de manera independiente, apenas puede asemejarse a la historia de personajes que ya hemos visto en anteriores narraciones. Pero, el cruce de las mismas, hace explotar ese corazón que se anuncia en el título. Y la novela comienza a coger ritmo, a entusiasmar, a interesarnos su intriga y argumento... Hasta llegar al final. Un final que, bajo mi modesta opinión, es el que le da valor a nuestro libro.

Como decían de Lola Flores en su primera actuación en Nueva York (" No canta, no baila, pero no dejen de venir a verla", aproximadamente), lo mismo acontece en " Corazón de Napalm. Novela que parece que hemos leído en repetidas ocasiones ( desamor, drogas, celos, egoismo, altruismo, soledad, orgullo...; sin embargo, su final la convierte en una historia que merece la pena leer. Sin ser maestra, es decorosa y bien construida. Desde mi punto de vista, hay mucho Marsé y mucho Mendoza escondido entrelíneas.
Había mucha gente en aquel tiempo
que no me conocía,
y escucharon la versión del ajeno.

Hubo, hace mucho tiempo, gente
que no me conocía
y se desparramaba como lenguas de labio.

Mientras perseguía a los viejos centauros
de la flor de pasión,
me escondí suavemente en la línea paralela,
reflejé la vieja historia
de allá lejos.

Y me devolvieron ciertas cartas de amor,
imágenes invisibles de caras sin reflejo,
una auténtica pasión de caramelo,
una vieja canción que fue éxito
en el cielo desierto del viejo blues.

Dulces labios decían " I need you";
se lamentaban de su tierna incapacidad,
aumentaban mi deseo de ser distinto,
indiferente a los demás,
distinto a los arreglos de producción.

Y no caí en la desazón porque recordaba
a los que no habían caído en la batalla,
a los que iluminaron sus días sin sufrir
a la mitad del daño, del desatino ya olvidado.

Cormac MacCarthy : " La carretera"

Cuando he leído " La carretera", pensaba en grandes autos americanos. La grandes autopistas que atraviesan un pais tan enorme- de sur a norte, de norte a sur; de este a oeste, de oeste a este- no pueden reflejar la dulzura que pone de manifiesto esta novela. Novela que, por otra parte, es novelilla. Eso sí, en su extensión.
Se muestra repetitiva en sus inicios, al igual que en el final.Mas se encuentra a sí misma en la trama: simple como una novela de amor paternal, de amor filial; de descubrimiento de un mundo que el joven nunca espera, ni conoce...

¡Ay! el conocimiento tan degradado en este mundo lleno de ambrosías modernas, de amargos deseos deseados, de luces de colores que se reafirman ante la locuacidad de alguien, ante el terrible destino de un quehacer que se pierde en lontananza, en los pies de los padres. En el factotum...

Los dos son prisioneros de un mundo sin futuro, desolado, inhabitable. Pero la esperanza no se deja embaucar. Y en cada línea discontinua de la carretera esperan un milagro. Cuando se hace contínua,se desaniman. Es la propia obra vital de un Miguel Ángel, de un Newton.

Sin embargo, en su continuo fluir a través de la línea, logran sobrevivir sin viandas.¡Hay tan gran sabor en lo que no se tiene! Ni en lo que se detiene. Se pueden mostrar desesperados, animosos, locuaces.

El momento infantil es sólo un intento de despojarse de la mugre que hoy cubre el mundo. La madurez, se muestra atrevida en un horizonte en el que nunca más amanecerá. Y en el intento de llevar más allá de lo imposible una vida que tiene fin, todo será acabar prisionero de la primera calle que te encuentres.

Una auténtica dulzura,no por la trama( lógicamente), sino por la relación paterno-filial en un mundo sin esperanza. Leedla; si no es así, no sabréis qué es la carretera.

martes, 12 de enero de 2010

La vida es un destino para la guerra y la paz

Cuando Arturo Pérez Reverte y su definición incondicional de los litigios en los que las balas silbaban, creyó descubrir los sinsabores de la guerra, pensé: sólo quedan vencidos, invencibles y ganadores.

Él fue, como Vasili Groosman, un concejal de guerra. No me rectifiquéis. Un corresponsal de guerra. Siempre es un error identificar a la gente.

Veo, en cualesquiera de los suplementos literarios, que se comparan tres obras que se distancian en el año de edición, en la editorial, en el traductor( menos la de Arturo), en el resultado del asunto, en la intención...

Y creó-sin ser categórico- que habría que diferenciar a las tres obras por ser distintas en grosor, en modo y en estilo.

La del nuevo académico es una obra en conjunto que no forma unidad. Sobran palabras.

Las dos unidades distintas ( " Guerra y paz" y " Vida y destino") sólo se parecen en que las dos hablan de la guerra.

A partir de aquí que cada lector identifique a cada una de ellas.

La una es admirable dibujo de personajes grandiosos en la altura y la desfachatez de sus complementarios que , por osadía o inconsciencia, quieren alcanzar la cumbre. Dar la respuesta de quién consigue lo que quiere sería destrozar la lectura en i-book o en línea. Bezujov es un buen hombre y... rico. El príncipe Alexéi ( o como se escriba) es un héroe derrotado. Alejandro- ceo que el primero- es una estantigua que se emociona cuando piensa que sus hijos sufrirán una derrota que nunca llegará. No hay patriotismo en sus quehaceres. Rostov es un enamorado de nada. Y Helena una enamorada de todo. Con estos ingredientes se elabora una novela de mucha páginas.

No sé quién ha intentado igualar esta novela- de reseña inconclusa- con la de Grossman. Bueno...

Este hombre es un judío ideológico que introduce multitud de personajes en su crónica del asedio por parte de los alemanes ( nazis) de San Petersburgo. Es, meramente, un corresponsal de guerra como Reverte. Los iguala el hecho de haber estado en el riesgo de la batalla( algo arriesgado), lo cual acojona, mas no da objetividad al mensaje. En Grossman sufren los hijos de la guerra, como en Tosltoi.
Los judíos no pueden pasar desapercibidos.

¿ Cuál es, pues, la diferencia?.

En una mueren de verdad; en la otra también mueren, pero literariamente. En una sueñan de verdad; en la otra, sueñan de verdad. Desgraciadamente para las mentes simples, rechazar a los judíos como sufridores del hecho de vivir, es un holocausto ideológico.

Grossman es sincero en sus crónicas. Tósltoi sería un pequeño burgués. Uno murió en una estación de tren asediada por el frío, por la desidia de ser rico, por la angustia de vivir... El otro, no sé si ha muerto. Si así es, que la Stasi lo tenga en su santa gloria.

De Quevedo y sus hazañas. del capitán Alatriste y sus espadas, sólo me queda un regusto a heces que corrían por el centro de las calles cuando los bandidos intentaban robar en la media noche a los que fantasmas se creían.

Mientras tanto, Lope, lograba enamorar en su vejez, a mujeres que hoy serían rechazadas por imposibles. Y él, en la cárcel, donde corresponde a una vida tan desatinada y fuera de la ortodoxia de los ritos.

sábado, 2 de enero de 2010

Hoy es invierno, y llueve...
He visto tantos coches en la noche:
grises, azules, sin jóvenes, sin gente.

Las luces que de frente incordiaban
eran luego antiguos luceros amigos.

Hoy es invierno y alguien anda cerca
del borde de la carretera.

El mismo ritmo que nos aguantaba
se ha vuelto excesivo.

¿Habrá siempre un límite
para el que no pudo?

¿Tendremos que pensar en los hombres
que se se han perdido en las calles
de lujosas tiendas?

Al final, paseamos con viejas capas
del siglo tercero;
aumentamos las ganas de ser el hígado
de un viejo amigo.
Publicado por José Mª en 14:44 0 comentarios
Etiquetas: poesía
En esta navidad está el Guadalquivir
dejando guardar a mi imaginación.
Está, aquí en Sanlúcar, también desbordado,
arrastrando sillas y viejos enseres de los pobres.

Esta tarde por Jesús María he visto
sólo la Universitas, los pocos violines
envueltos en comidilla, sin sonido,
sin el alma de los ricos viajando
lejos de la tormenta.

El Guadajoz estaba igual,
igual que las grandes mujeres,
absorbiendo los lados del cauce
y olvidando los besos inútiles
de inútiles hombres...


Y la lluvia cae tan lentamente
como la nieve en el Sur,
tan joven como quien apaga la luz,
donde no hay imposibles,
donde se alegran del odio, de tus besos,
de tus abrazos,
del momento en el que convenzo a mis amigos.