lunes, 27 de octubre de 2014

La creencia



Aún pienso, aquí sentado, en la verdad de  esas cosas,
si esas viejas toscas piedras que circulan en el orbe, muy rayadas,
desharán humildemente a los  callos imposibles,
y subir...muy lentamente hacia el cuello que las manda.

Reñirán con todo el mundo, preguntando por ahí
las sospechas imposibles de la historia, animando sin deseo
a esos dulces  desengaños,   a esas duras realidades
que descubren nuevamente a lo falso y a lo ajeno.

Ciertamente son preguntas sin destino y sin respuesta,
amalgama de colores en el negro muy lejano
que sospecha del aliento tan inútil de los hombres,
el designio inescrutable de los miedos recreados.

Y antiguos alquimistas sospecharon de lo mismo,
inventaron otra piedra no más dura que mis sesos.
intentando transmitir pensamientos muy lejanos
que dejaran nuestro cuerpo a merced del Universo.

jueves, 17 de julio de 2014

VERANO

Detesto este calor y este frío  como a las antiguas tradiciones.
Y no es ningún capricho momentáneo ni oportuno
de tardes de domingo anodinas, severas razones diarias
de desidia y áspera respuesta a lo no comprendido.

Este calor insoportable es una tabla pesada en la madurez,
una incalculable serie de sinrazones de terrazas civilizadas
que asoman el cuello en avenidas y bulevares de invierno
y, ahora, son multitud de voces y bronceados anónimos.

No podemos hacer volver a los días del año severos,
ni podemos calcular con exactitud las horas dichosas
que encanecen las meninges y los dedos más diestros,
los que soportaron apenas un aliento superfluo este año.

¿No sé por qué odio al verano y a sus secuaces presuntuosos
y no me alejo de él en silencio y hago otoño de la arena,
y de los rayos  una  primavera suave y llena de deseos diestros
que me columpien en el jardín de lo sencillo y amable?

Tampoco sé el porqué de su impaciencia por descubrir
a cuerpos extraños y voluptuosos que denotan tristeza
y aparentan curvas y músculos inútiles debilitados
por el sol que no ignora ni a los cuerpos más glaucos.

La verdad que se asoma a mediados de mes sin pedirlo,
solicita a los fervorosos seguidores del ocio impuesto
para dejarlos deprimidos en la acera de septiembre,
la que anuncia lo tedioso, los días interminables...

jueves, 10 de julio de 2014

¿ Es verdad que es ahora donde el mar acaba
y empieza una limpieza junto a la borda?

En las horas perdidas, junto a la batea
que tiene su nombre exacto y justo,
he soñado ideales de hombre de  a pie
y he bebido agua de mar y desechos.

Aun aguanto el odioso viento del este
y amanezco junto al timón resbaladizo
que no me ha dejado soñar en estas noches
de luz y dolor con esa luna tan grande.

Y el güiski cómo debe ser en alta mar.
¿ Sabrá lo mismo o te dejará esa sed infinita?
¿El miedo frente al pequeño deseo de esa mar
que no hace aspavientos ni a su cara más dura?

Tejo las pequeñas redes junto al espigón,
y los turistas pasan junto a mi espacio
preguntándose de la textura y la fibra
de los que estará hecha esta red infinita.

Pero... me dejé soñar por Emilio, mi amigo,
el que me inducía a abandonar el flujo materno,
y las almohadas húmedas con sabor de libertad
eterna, que es solo un paso a su brillantez.

Pero, Emilio...estuvo en La Pampa, antes en Bali
y en las largas barcazas de Senegal que quizá odiaban
a los occidentales que se sumerjen en esas motos odiosas,
tan opuestas a Mendoza argentino, lejos y muy sola...



domingo, 6 de julio de 2014

sábado, 5 de julio de 2014


Los forzudos con tatuajes


Con esta incipiente calor y los hombres forzudos
que circulan por las calles presumiendo de músculo
que les llena de ego su disipada alma y su soledad,
estamos preguntándonos cada dos por tres por nada.

Y a nadie se le caen los celos ni el desamor sincero,
nadie circula por temor a esos forzudos disuasores
que, entre cantares, muestran su enorme fortaleza,
la que nos tiene arredrados en este rincón de calor.

Afortunadamente, se dispone de un tablao con aire
acondicionado para los débiles que aún se esconden
por las calles anchas que, en un acto de ingenieros,
dieron posibilidad de dar un salto y huir de estos tipos.

Pero damos ohess de sorpresa y admiración
porque alguno de los forzudos,bronceados, nos mira
de reojo, y nos miente con sus ojos débiles y claros
transmitiéndonos una admiración  y un silencio profundo.

jueves, 26 de junio de 2014

ALGO DEBE ESTAR PASANDO



No sé el porqué de esta osadía de odiar sin rencor
a mis mejores amigos,
y abandonarlos en la orilla sin posibilidad de reaccionar
ante un gesto desechable
o una insignificante idiotez  que quería decir…

Algo está pasando y no sabemos si es real,
Influencia de los astros soberbios o del maligno
que no es otro que la verdad ignorada
por la delicadeza y el respeto
de acabar con este mundo insoportable.

No sé el porqué de este arrojo y esta valentía
en un cobarde
lleno de grumos de solidaridad y amor imposible
que asemeja a solitarios con amor
y  abandona la acera para dejar transitar al impedido.

Algo debe estar pasando ahora mismo
y  no lo hemos notado, y nos alejamos de lo importante
que debe ser ese desecho
que ha abierto otra vez el cielo y el suelo
que sostiene este firme tan inconsistente y serio.

Algo debe haber pasado ya en este lugar,
sombrío, a veces, y forzadamente triste,
que todos han huido del lugar  conjuntamente.
Y conjuntamente han dicho que no pasa nada,
que es esta puta vida, esta puta vida que nos odia.

viernes, 23 de mayo de 2014

Hoy he puesto la mejor música
para que no te marches por ahí
a descubrir mundos abiertos
que cierran mi corazón, mi alma.

Te he puesto las mejores canciones,
los mejores hitos de mi palabra
para que aquí permanezcas tranquila
y las quejas no abrumen a tu oído.

Sin embargo, tu has tomado el barco
y mis gritos en la dársena eran gestos
de la boca que asemejaban una queja
incomprendida por tu dulce obstinación.

Y tu fortaleza me deja junto a los norays
ya roídos por el viento y la sal amarga
de las despedidas laterales de los visitantes
del puerto que ya han muerto lejos, muy lejos.

Sólo el viento del norte agudo y sincero
me hará recuperar, en invierno, este vacío
que me aleja de lo mundano y soberbio,
que me hace, otra vez, un ser andante y serio.

Es la primera vez,quizá la última, que dejes
a mi corazón pensando en cuestiones banales;
o quizá ya no vuelva a verte azul, espléndida
subida en el barco de la dureza y la desidia.

Incluso así te quiero, lejana, distante y sobria,
porque es así como endureceré esta piel
que ya está vieja de amar y no solicitar
aquello que corresponde a las olas más bravas.

Y ya termino esta singladura amarga, alegre y triste;
alegre por irte, triste por tenerte a mi lado,
al lado del cabecero que me suplica ayuda,
ayuda para encontrarte en esta cama tan vacía.
Y ahora te vas y me dejas desacompasado , inútil,
hombre que se ríe de su soledad e imaginación;
y la poesía se me echa encima como hecho fútil.

Y debo amanecer como todos los días, sonriendo
a las situaciones más viejas y al futuro incierto
que nos arrostra a los dos al deseo de los humanos.

Y siento como los pájaros usan unas alas fáciles,
un viento favorable de cóndor que me sube
por las venas y que  me sujeta al basto suelo.

Y pregunto a las nubes salteadas sobre el cielo,
sobre el suelo que me sustenta diariamente
a base de lugares opacos y ciertos augurios.

Y la respuesta siempre es la misma por defecto:
acuérdate de mi soledad y sonrisa obligada
que acababa en un beneplácito de hombre mayor.

jueves, 10 de abril de 2014

Con los esquíes

Con la nieve crujiendo a mi paso
y un viento helado azotándome la espalda
era imposible y atrevido atajar a la presa
que sonreía en la ladera con fruición.
Era un conejo insulso vestido de blanco.

Me perseguía un tipo de verdes colores.
Dije: un insecto verde, ojos negros ,
vientre prominente y mirada perdida,
seguro de alcanzarme e ignorarme.

Sentí miedo y, en vértice, situé mis piernas
cada vez más débiles e indolentes
porque no era un sueño, era la nieve en polvo
la que me sujetaba al suelo, al cielo.

De pronto, me vi liberado por unas gafas verdes,
enormes, que anunciaban mi ruina consentida,
mi torpeza para manejar los esquíes de la vida
que, arriesgada, se había permitido el deseo blanco.

Vi, a la vuelta, un pico muy alto sobrepasando las nubes,
mostrando su prepotencia a mis espaldas,
una vez que había huido de allí sobrecogido,
instruido fatalmente otra vez por la nieve negra.

viernes, 4 de abril de 2014

NADA

Siento cierta aversión y desprecio por lo genialmente admitido,
porque lo que realmente es conocido por todos es la soledad,
esa extraña sensación que apenas se aprecia una tarde de verano,
y que huye divertida en cualquier fiesta llena de guirnaldas.

Siento, en ocasiones, desprenderse la piel a jirones secos,
mientras el resto de los paseantes se jactan de la desidia
y, inescrutablemente, se quejan del dolor de la amistad,
la que sorprende a los amigos más inciertos e imaginarios .

Siento una enorme soledad amiga de los desamparados
que encontraron el deseo, el sexo y la amistad somera,
esa que en las tabernas acaba siendo cierta y eficaz
como los sondeos en tierra ajena, baldía y certera..

Siento solo algunas veces el desprecio por lo humano,
por lo sensible que aparenta seguridad en el alma
y que acaba arrastrándose por los pegajosos lodos
que indican un cierto límite, una frugal sensación de olvidar.

jueves, 20 de marzo de 2014

Niñez

Ahora me mandan botellas, en Navidad,
y me he vuelto abstemio de almas
y de encuentros fugaces en la calle,
la misma que está adornada inútilmente.

Pero...mis pasos no se esconden serios
detrás de las luces fugaces y opacas
que asemejan a estrellas que adolecen
de pan en estos días de tanta necesidad.

He nacido en la calle oscura del violín
donde las zanjas profundas del Niño
eran injurias para los dedos fríos
que vestían alpargatas de trapo y seda.

El frío, a veces, era inútil, frugal y áspero
para aquellos pocos torsos desnudos
lampiños y deseosos de proyectarse
en la puerca vida que nos desechaba.

Soñaba por entonces en viejas brujas
que eran solo ropa vieja y barro
reconvertido en osos húngaros
y anaqueles vacíos de agua y azúcar.

Y las delicias que hacía mi madre
en la nieve, enseñando los condimentos
sin engaño, eran realidades ciertas,
nos hacían vivir en los sueños de los ricos.

Pero... nos ajustábamos al silencio de las piedras
y al sonido de la BH roja y casi femenina
que nos hizo pedalear sin fuerza en la tierra
que era la Luna americana difuminada.

Al final, terminamos como todos ....
pistolas y escudos romanos fuertes
de los que sospechábamos algo muy grave
que ahora es una inmisericorde realidad.

viernes, 31 de enero de 2014

Seguro que la rima de los clásicos es puntual
y deja caer el arte de medir,contar y elegir
los más bellos versos de manera gradual,
sin posibilidad de crear, idiotizar y presumir.

Rubén Darío construyó sonetos de catorce
sílabas, con concierto, con palabras sueltas,
sin pensar en el color, en la idea del pobre
y acabó disimulando su color , el olor salobre.

En París imaginó señoras de altos vuelos,
telas de seda que hacían soñar en los sueños
y eran etílicas mujeres sin pedigrí, sin desvelos.

Los hombres entonces soñabámos en cielos
que cubrieran sin interés mejores empeños
que fuesen una cierta sospecha para los celos.

El hombre de oriente y la crisis

Si, más allá del oriente, se sueña con huríes,
 hombres bárbaros y  eternas sirenas,
habría que plantearse un tema serio,
una indefectible manera de soñar con el tiempo.

Habría que hacer una floritura de alfombra
o, simplemente, dejar escoger el bigote
rudo y serio de los hombres sin cortejo
que amenazan con la desidia en los mercados.

Pero, cuando el cuerpo se asombra
y asemeja historias íntimas, ideas
o quizá imaginaciones llenas de soberbia,
el occidental se vuelve cobarde y enjuto.

Entonces,¿para qué las preguntas inverosímiles
y los acuerdos mutuos, sociales y ciertos,
si el ángel de la verdad mucho tiempo hace
que repitió las misma historia, el mismo sentir?

Ahora ha llegado el instante de mostrar un ala
y dejar volar a la imaginación más allá del oriente,
sentir una pausa con sonido, una idea con cabeza,
y escuchar otras lenguas, otros lugares más cercanos.