lunes, 8 de julio de 2013

lunes, 8 de julio de 2013

El santo Job


Ahora me ha cogido el chacal inútilmente,
pero no probará carne humana ni desechos humanos
de los que se asimilan con estómago de omaso.

Ha olido las vísceras de los hombres y  de los sacerdotes
más blandos y se ha acercado nocturnamente y, en celada,
para devorar la tirilla blanca que brillaba en la oscuridad.

Pero ha vuelto a huir ante la solemnidad del santo Job
que es otro animal disuelto, insidiosamente inocente
ante la verde hierba de la gracia de las llanuras africanas .

La retorcida vida de los santos escupe a tales bestias
y deja inútil cualquier aliento seco que no desgaje
otras vísceras del mismo género, de la misma latitud.

Y el santo Job escribirá canciones de amor discretas
en las que los hombres se deshagan de su gracia
y su armadura se convierta en encaje de la vida retorcida
de los santos.

No hay comentarios: