viernes, 8 de abril de 2011

Sensatez

Amigos recónditos:
hoy no no voy a hablar de nadie,
de nada pienso esconder lo más nimio,
nada pienso hablar de nadie.

Dicho así, parece una nimiedad
o la ley de la selva mejor diagnosticada;
de cualquiera de las maneras es una justificación
mordida.

He pensado si la locura ha acudido
a las mentes de mis otros sin saberlo,
sin puntos, ni comas.

Dulcemente, he reconocido sinceramente
que se trataba del mundo,
de las otras cosas que veo en la ventana de enfrente,
en las de enfrente otras ventanas.

Sí, amigo irreconocible
es un síntoma de la desfachatez, de la locura
escondida bajo tus pies.

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