viernes, 9 de enero de 2009

En la pequeña ciudad

Sólo los extranjeros y los amantes desaparecen
En los oscuros bares de insignes recomendaciones,
Presentan sus verdaderas credenciales y huyen…

Con certeza inspiran cierta compasión desagradecida,
Suspiran en el aire imágenes de desierto impreciso
Volando en los azules tuaregs de los dulces granos de arena.

Sólo los antiguos imagineros sueñan con las lágrimas
Inventan palos que, desde luego, son exactas representaciones
De lo cierto…

Alejándonos de tan mísero lugar verdaderamente tristes
Hicimos ciertos aspavientos al aire que nos envolvía
Vimos ciudades llenas de monumentos deslumbrantes
Caminamos como si nada existiera en este mundo incierto.

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